TEn su momento el año pasado, estaba amamantando a un hijo con una mandíbula rota y mi rodilla reemplazada quirúrgicamente. Atrapado en la locura estaba mi incapacidad para cobrar mis boletos musicales de Hamilton. Tuve que venderlos para poder pasar el fin de semana en el hospital viendo a mi hijo aprender a comer con una pajita.
Salta adelante una rotación del sol y tanto mi hijo como yo estamos completamente curados pero encerrados, gracias a un virus que lleva el nombre de una cerveza. Tiempos extraños, de hecho. En el lado positivo, el musical Hamilton se estrenó en la transmisión de televisión y finalmente pude ver de qué se trata todo este alboroto.
Guau. Vale la pena el alboroto. Todo lo que has escuchado sobre eso de esos amigos tuyos, los que les gusta alardear de que pudieron ver a Hamilton, tenían razón. es excepcional Un tour de force que ni siquiera tiene nada que ver con Star Wars. La historia era tan convincente sobre un inmigrante que logró dar forma a un nuevo país. Me dio la esperanza de poder salir este fin de semana y dar forma a mi césped en medio del calor opresivo.
También puso al descubierto algunos de los errores clave que cometieron los padres fundadores mientras moldeaban el país. Todo ese trabajo para escapar de la tiranía mientras establece su propio sabor al otro lado del charco. Si tuviera algo para elegir, sería que el musical tendía a pasar por alto algunos de los errores que cometieron esos padres. Corte a la canción sobre la posibilidad de que las mujeres voten. Esperar. No había una canción como esa. Y, aunque el elenco era predominantemente afroamericano y la música estaba en la voz del hip hop y el soul, apenas se mencionó que la mayoría de los que firmaron la Declaración de Independencia eran dueños de esclavos.
Avance 220 años y todavía estamos luchando con ese problema evidente, tal vez incluso más que cuatro años antes, cuando Hamilton se convirtió en un éxito. Desde el punto de vista de la narración, fue la esposa de Hamilton, Eliza, la que hizo más por la causa del sufragio y la esclavitud que Hamilton. Esperando esa continuación.
Hamilton fue un hombre que superó grandes obstáculos para alcanzar la grandeza final, pero el musical también muestra que siempre tiene un precio. Ninguno de nuestros antepasados era perfecto. Ninguno de ellos carecía de sus secretos y sus problemas. Mientras dedicamos nuestro tiempo a derribar lo que se construyó en el pasado, debemos dedicar la misma cantidad de tiempo a esbozar las verdades que mantendremos en el futuro.
En muchos sentidos, Hamilton es la historia perfecta para estos tiempos. Delante de nosotros habrá una pizarra más clara. Si la igualdad finalmente se afianza, serán hasta mil Hamiltons para ayudar a guiar el "Nuevo" Nuevo Mundo.
Tal vez esta vez obtengamos estas verdades que consideramos correctas.
(Obtenga la verdad de @TheFakeNed en Twitter)