EDITOR:
El 17 de octubre de 1979, Jimmy Carter creó el Departamento de Educación. El legado de la nacionalización de la educación es que el costo por estudiante aumentó drásticamente, los puntajes de las pruebas disminuyeron y las habilidades laborales disminuyeron. Las juntas escolares locales tienen menos control sobre casi todos los aspectos de su escuela.
En 1993, la Legislatura del Estado de Missouri aprobó la Ley de Escuelas Sobresalientes SB380. Este proyecto de ley ampliamente promocionado fue la solución para todo lo que estaba mal en nuestras escuelas públicas. El legado de SB380 es que facultó a DESE ya la Junta Escolar Estatal a hacerse cargo de cualquier escuela que no se desempeñara según los estándares estatales.
La SB 380 creó la “enseñanza para el examen” y robó un tiempo valioso de la instrucción que los padres, las juntas escolares locales y los maestros consideraban más importante. Acabó con la capacidad de una maestra para dirigir realmente su propia clase.
La SB 380 puso mandatos estatales en las juntas escolares locales, quitándoles el control local.
SB380 en 1993 fue el mayor aumento de impuestos en la historia de Missouri.
Este experimento de más de 40 años en el control de arriba hacia abajo de la educación es un fracaso costoso. La escuela en el hogar, las escuelas cristianas y las escuelas privadas frecuentemente superan a las escuelas públicas.
Y, sin embargo, la mano dura del estado también está aquí, explica Murray Rothbard: “…en el sistema actual, el estado ha encontrado una forma en los Estados Unidos de inducir a las escuelas privadas a enseñar la supremacía estatal sin prohibir las escuelas privadas. Al hacer cumplir la certificación de estándares mínimos, el estado domina de manera efectiva, aunque sutil, las escuelas privadas y las convierte, en efecto, en extensiones del sistema de escuelas públicas. Solo la eliminación de la escolarización obligatoria y de las normas impuestas liberará a las escuelas privadas y les permitirá funcionar con independencia”.
Es hora de un cambio real en la educación. El primer paso debe ser que Missouri opte por no participar en todos los mandatos y programas federales. El segundo paso es que la Legislatura de Missouri devuelva el control de 100% a las juntas escolares locales.
Si el objetivo de la educación es preparar a nuestros hijos para que sean felices y tengan éxito en la vida, debemos reconocer que los niños son naturalmente diversos. Representan una variedad de habilidades, habilidades de aprendizaje e intereses. Presionar todas estas personalidades en el mismo molde conduce inevitablemente a distorsiones y represiones. Nuestro sistema de escuelas públicas de hoy refleja un sistema totalitario, no un mercado libre estadounidense.
Las decisiones sobre lo que es mejor para cada estudiante deben ser tomadas por los padres en la mesa de la cocina de la familia y luego con la escuela de su elección.
–Paul Hamby
Maysville