EDITOR:
Me entristeció leer la alegre denigración del Kansas City Star por parte de Hearne Christopher en la edición de la semana pasada de The Landmark. Claramente, esta columna en particular es una vitriolo de venganza personal de un ex empleado descontento con un hacha para moler, respaldada con una larga queja de otra persona infeliz. Ridiculizar los desafíos de publicar un periódico en estos días es impropio de un columnista.
En estos días es fundamental reconocer las luchas de los periódicos locales en evolución mientras luchan por seguir siendo relevantes para una población de lectores cada vez menor. Hay tantas opciones virtuales que compiten para recibir nuestras noticias. Los días de sentarse con una taza de café y un periódico pulp honesto a la bondad pueden estar contados. Necesitamos apreciar y apoyar a nuestros periódicos locales; no se burlen de los golpes financieros que encuentran para mantenerse a flote.
Disculpándose con Ivan Foley, Mark Twain dijo: “No soy el editor de un periódico y siempre trataré de hacer lo correcto y ser bueno para que Dios no me haga uno”. Estos son tiempos difíciles para los periódicos y las editoriales que logran publicarlos todas las semanas.
Si bien el Star ha tenido que renunciar a algunos bienes raíces para sobrevivir a una reducida cantidad de lectores que pagan, su periodismo expansivo ha mantenido el interés con grandes reportajes que investigan e informan sobre temas críticos para KC: los abusos denunciados en un rancho de niños, las personas sin hogar, estafas de préstamos de día de pago, financiación de nuestras oficinas de defensores públicos, por nombrar algunos. Los periódicos exploran temas políticos y sociales y hacen que los gobiernos locales rindan cuentas. “El periodismo siempre nos devuelve la mirada en frío y negro”, escribió Terri Gullemets. Considere la búsqueda obstinada de The Landmark de la política de Parkville y de la asignación de fondos de CARES (Coronavirus Aid Relief and Economic Security) por parte de nuestra comisión del condado.
Nuestro hogar se encuentra entre los que resistieron tanto como pudimos la ventaja económica de digitalizar la lectura de Star. No es lo mismo que sentarse con The Landmark o Atkinson Graphic de mi ciudad natal. Hemos sido suscriptores del Star desde su apogeo de dos diarios con noticias sobre Kansas City y más allá. Actualmente apoyamos a cinco periódicos locales. Es posible que tres también ofrezcan una opción digital, pero recibimos cuatro de ellos en nuestro buzón cada semana.
Si algo útil se puede obtener de la columna de Hearne es que debemos aplaudir los heroicos esfuerzos y sacrificios de los periodistas y editores que tienen que enfrentar estos desafíos económicos cada semana.
–Lee Ann Karbaumer
Ciudad Platte