A El ex funcionario de construcción de la ciudad de Riverside presentó una demanda contra la ciudad, alegando que su discapacidad jugó un papel en su despido arbitrario.
William Fuller, de 48 años, de Osborn, fue empleado por primera vez en Riverside como inspector de edificios en julio de 2012, dice la demanda. Más tarde, Fuller fue ascendido a oficial de construcción, un puesto que requería que Fuller realizara inspecciones en el sitio, identificara violaciones de zonificación y supervisara nuevas construcciones dentro de los límites de la ciudad.
Según la demanda presentada por el bufete de abogados McClelland, Fuller, que sufría de depresión, solicitó tomar una licencia de forma intermitente en virtud de la Ley de licencia médica y familiar.
Después de que la ciudad concedió la licencia intermitente, un agente de recursos humanos de la ciudad supuestamente envió un correo electrónico a todos los empleados de la ciudad informándoles con anticipación que Fuller tomaría la licencia FMLA y preguntó si los empleados transferirían alguna de sus horas adicionales de licencia a Fuller.
Los empleados donaron generosamente 500 horas de licencia a Fuller, lo que le permitió recibir una compensación por todas las horas de licencia, según documentos judiciales.
Pero en mayo de 2018, parece que la buena voluntad que Fuller estaba recibiendo terminó abruptamente cuando Michael Duffy, director de desarrollo comunitario, le informó a Fuller que el tiempo de licencia donado "ya no estaría disponible para él", dice el caso.
Duffy también supuestamente advirtió a Fuller que estaba tomando “demasiadas ausencias” y que estaba interrumpiendo indebidamente el funcionamiento de la ciudad porque no se estaban realizando las inspecciones. El 19 de julio de 2018, a Fuller se le dio la opción de renunciar o ser despedido, dice el caso. Fue entonces cuando Fuller dio su renuncia.
Como dice la demanda, Fuller fue “despedido de forma constructiva” y su “discapacidad jugó un papel y tuvo una influencia determinada en” la decisión de los funcionarios municipales de “terminar” su empleo.
La demanda sostiene que la ciudad violó la Ley de Derechos Humanos de Missouri (MHRA), que protege a las personas de la discriminación por motivos de raza, color, religión, origen nacional, ascendencia, sexo, edad y discapacidad. La discapacidad incluye condiciones tanto físicas como mentales que afectan significativamente el funcionamiento principal de la vida.
La demanda afirma que se informó a la ciudad que Fuller tenía una discapacidad y que estaba buscando adaptaciones razonables para ello.
Fuller buscó recurso por primera vez en agosto de 2018 cuando presentó una queja ante la Comisión de Derechos Humanos de Missouri, alegando que enfrentaba discriminación por discapacidad, edad y represalias. Posteriormente, la comisión emitió a Fuller un aviso de derecho a demandar, lo que lo incitó a buscar un recurso legal contra la ciudad.
Como dice la demanda, la ciudad actuó ilegalmente cuando supuestamente tomó represalias contra Fuller por “ejercer sus derechos protegidos por ley al alterar negativamente los términos, condiciones y privilegios de su empleo” e informarle que sería despedido si no presentaba su resignación.
Fuller busca una compensación por la pérdida de ingresos y otros daños.